La perfección ni se paga ni se valora.
¿Siempre necesitas un poco mas de tiempo para hacer algo bien o lo que tú consideras perfecto?
¿Rehaces tu trabajo a menudo?
¿Te quedas con la sensación de que podrías haberlo hecho mejor?
¿A menudo quieres corregir el trabajo de otros de acuerdo a ciertas especificaciones?
Esta semana, volcada en poner en marcha la utilización de metodologías ágiles de gestión de proyectos en una empresa de desarrolo software y en, y en impartir talleres relacionados con productividad y gestión del tiempo, ha vuelto a salir el debate de la Perfección, y he vuelto a ser consciente de eso de que la perfección ni se paga ni se valora. En este artículo os comento más sobre este tema y os doy unas claves para evitar el excesivo perfeccionismo.
Todavía recuerdo (y hace años que pasó) cuando un jefe me dijo: “Anabel, la perfección ni se paga ni se valora”. Había tirado tiempo de trabajo en algo que si no se lo hubiera comentado ni si quiera se percibe, no se hubiera dado cuenta.
El concepto de perfección se ve muy claro en algunas personas cuando empiezan a trabajar en algo. Los comienzos son duros y si nos interesa el puesto hay que demostrar y hacer las cosas bien no, muy bien tampoco, hay que hacerlas perfectas.
Sin embargo, cuando ya llevamos un bagaje profesional a nuestras espaldas, disfrutamos con lo que hacemos como es mi caso, y tenemos experiencia, seguimos tendiendo a hacer determinadas tareas con esa perfección improductiva.
Es curioso que cuando comento esto en Talleres de Productividad y Gestión del Tiempo en proyecto, suele salir a luz el que tendemos a ser perfectos en lo que nos gusta, y “chapuzas” en lo que menos nos gusta.
La forma de mejorar nuestro uso del tiempo no está, como muchos suelen suponer, en dedicar menos tiempo a cada actividad, sino en invertir en cada una lo necesario.
No es mal ejercicio el establecer un valor, aunque sea aproximado, de cada hora de trabajo propia. Es algo que invito a hacer a las empresas o freelances con los que trabajo para que sean realmente conscientes.
Si pensamos en dirección de proyectos, podemos hacernos una idea de lo que puede afectar la perfección a la gestión del tiempo en los proyectos, a la planificación y a los conflictos que surgen en un equipo cuando se trabaja con personas excesivamente perfeccionistas. Trataré el tema de la perfección más en profundidad en un curso online que saldrá en breve sobre “Gestión del Tiempo y Productividad”.
No olvides que lo que es perfecto para ti, no tiene que ser perfecto para los demás. Las prioridades te recuerdan que existe un límite. Así que huye de la perfección. Hacerlo bien es más importante que hacerlo perfectamente.
El exceso de perfeccionismo puede desembocar en estrés y ese mayor rendimiento que buscamos se convertirá en todo lo contrario. ¿Cuantos informes, correos electrónicos y propuestas redactaste varias veces para que dedicaron muy poco tiempo en leerlos? Esto es algo que se repite muchísimo en los proyectos.Aquí te dejo algunas CLAVES PARA EVITAR EL PERFECCIONISMO que espero que te resulten útiles.
- Identifica aquellas tareas o cuestiones en las que eres excesivamente perfeccionista. Compáralas con el grado de perfección de los demás o con lo que espera el cliente o está contemplado en el proyecto.
- Deja que sea la finalidad con la que se hace un trabajo, la que determine el grado de esfuerzo y perfección que debe llevar.
- Céntrata en los asuntos importantes y establece un tiempo ajustado para que los trabajos de bajo rendimiento queden aceptables.
¿Eres perfeccionista? ¿Como afecta la perfección en tus proyectos?
Si te ha gustado mi artículo dímelo, comenta y compártelo en RRSS y si necesitas Mejorar la Gestión de tu Tiempo y ser más Productivo échale un vistazo a todo lo que tengo preparado para ti en este curso online.
Comentarios